martes, 2 de julio de 2013

Pasos para evitar las peleas con los hijos adolescentes


AHORA MÁS QUE NUNCA  #quedateencasa

  • No te alteres y no grites. Qué es lo que quieres que aprenda tu hijo?

Seguro que pretendes que se convierta en un adulto respetuoso. Se debe comenzar por mostrarle respeto tú a él.
Así que lo más importante es que toda vuestra relación esté cimentada sobre el diálogo. Pero, no te confundas, eso no quiere decir que no debas mantenerte firme. La firmeza no se demuestra con gritos sino con acciones. Y tu hijo adolescente necesita tu firmeza como referencia para su crecimiento.

los límites son fundamentales para que los hijos mantengan el respeto y admiración por sus padres, y así fortalecer la relación.

  • Ten paciencia. Las cosas con un adolescente, tal y como ocurría con los niños, no se consiguen en un momento. Hace falta mucha dedicación y mucha paciencia para obtener resultados. Se debe ser consciente que si te relajas en tus intentos de mantener una buena relación con tu hijo o hija adolescente, él o ella se sentirán abandonados o perdidos.Después de una “pelea” familiar es probable que te preguntes si mereció la pena, si el problema era tan importante y si no se podría haber evitado con un poco más de autocontrol.

  • No le hagas pagar a tu hijo tu frustración. Analiza tu comportamiento es posible que descubras que muchas peleas que tienes con tu hijo adolescente y de las que le has culpado a él coinciden con momentos en los que tú tenías problemas: en el trabajo, con tu pareja etc..Ser conscientes de que con bastante frecuencia volcamos en los hijos nuestra propia frustración es el primer paso para empezar a evitarlo.En realidad, lo que él está manifestando en una rabieta o un enfado es una necesidad de atención y/o cariño, sólo que de una manera inadecuada, y lo que necesita es que sus padres mantengan los límites y le ayuden a resolver el problema en el que se ha metido.
  • Recuerda que le quieres. """No olvides nunca que es tu hijo""", el mismo que hace pocos años o, incluso pocos meses, acudía a ti en busca de protección y amor. Piensa que en ellos aún están aquellos niños y también los jóvenes mucho más tranquilos que serán al cabo de poco tiempo.Se trata de que le hagamos ver que si nos mantenemos firmes es porque nos preocupa y estamos con él.
  • Manten una buena comunicación permanente. Es fundamental para los dos que te esfuerces por mantener con tu hijo o hija una buena comunicación. Busca los momentos adecuados y dedicale tiempo. Verás como consigues resultados.  Mantén el contacto con la mirada, Si no se hace contacto con la mirada,pueden pensar que no estás interesados en lo que dicen. Elimina las distracciones. Cuando expresan el deseo de conversar, debes brindarles tu atención completa. Si  ejemplo, continúas leyendo al periódico, o mirando la televisión cuando tus hijos tratan de comunicarse, pensar que no estás interesado en lo que tienen que decir o que no es importante.
  • Haz saber a tus hijos que han sido escuchados. Una vez  han terminado de hablar, los debes  mostrarles que has prestado atención repitiendo lo que acaban de escuchar, con palabras diferentes, Esto no solo les indica que sus padres han estado escuchando. También es una oportunidad de aclarar las cosas si no has entendido algo o interpretas mal lo que tratan de decir, Cuando ellos  estén hablando, debes darles la oportunidad de terminar lo que están diciendo antes de que tu opines. Es una regla de cortesía. Los adolescentes que sienten que no son escuchados, pueden dejar de tratar de comunicarse con sus padres por completo. No debes  criticar los sentimientos, las opiniones o ideas de tus hijos. Los adolescentes miran esto como un ataque, lo que resulta en poco amor propio. Cuando sea necesario, debes criticar cierta conducta, o lo que han hecho, pero no critiques a tu hijo. Si intervienes y les dices a tus hijos como hacer las cosas, en lugar de dejarlos que busquen soluciones a sus problemas, puede hacer creer a tu hijo que el no tiene ningún control sobre su propia vida, que no le tienes confianza. O, puede ofenderse cuando se le dice lo que debe hacer y como resultado se rebela contra tus consejos. Nunca Le hagas sentirse inferior a nadie, las humillaciones toman diferentes formas, como nombres ofensivos, ridiculizar, pasar juicio, culpabilidad, etc. Las humillaciones perjudican la buena comunicación, también dañan el amor propio de tu hijo. A menudo se sientirán rechazados, no amados, e incapaces. Cuando tus hijos te digan como se sienten,  no debes de tomarlo a la ligera, necesita que  apoyes sus sentimientos. Al igual que tu  necesitas demostrar apoyo a tus hijos cuando se trata de sus sentimientos. Si nó, tus hijos se sentirán mal entendidos por sus padres.
  • Recuerda el adolescente que fuiste tú. Nos sirve para poner las acciones de nuestros propios hijos adolescentes en perspectiva y darles la importancia que realmente tienen que, en muchos casos, es mucho más pequeña que la que en principio puede parecernos. Y además esos recuerdos pueden conseguir introducir humor en la relación, algo que siempre es beneficioso.
No te olvides que para tus padres siempre serás su niño.
 Independientemente de la edad que tengas, para tus padres siempre serás su pequeño.

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