Aunque suene a sátira, las probabilidades de que te caiga un rayo por la  calle son de 1 entre 3.000.000, una cantidad "irrisoria" frente a hacer  un pleno en el euromillón: 1 entre 76.275.360. O incluso acertar la  primitiva:  1 entre 14.000.000.
La suerte llama a la puerta con  la loteria de Navidad de España. Unos dicen que gracias a "la bruixa  d'or", otros puede que gracias a la probabilidad: 1 de 85.000, que  aunque sigue siendo difícil, es más factible que las demás loterias.  
La  probabilidad de obtener premio en la loteria de Navidad es del 5%. Así  pues, 1 de cada 20 números obtendrán beneficio o reintegro (13.334 de  85.000) mientras que el resto (71.666 de 85.000) no recibirán nada y  perderán los 20 euros apostados en cada boleto.
Total vamos a hacer números:
Pues…vamos a ser claros desde el principio…
la probabilidad de que te toque el gordo de la Lotería de Navidad es bastante baja,  eso no lo duda nadie. Aunque para ser justos hay que reconocer que este  sorteo no es ni mucho menos el peor en lo que a probabilidad de acierto  se refiere.
En el resto del artículo daremos algunos datos del sorteo de la  Lotería de Navidad, con los que calcularemos algunas probabilidades.  Además, comentaremos qué es, a grandes rasgos, la 
esperanza matemática.
¿Qué probabilidad tenemos de que nos toque el Gordo?
Como  hemos dicho antes, vamos a comenzar siendo claros y directos. Teniendo  en cuenta que en el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional entran en  el bombo 
85000 números, la probabilidad de que nuestro décimo (suponiendo que sólo tengamos uno) sea el premiado es:
Esto es, bajísima. Y no podía ser de otra manera. Si un sorteo de  este tipo está bien pensado y estudiado, la probabilidad de llevarse el  premio gordo debe ser muy baja.
Bien, vamos a ser un poco menos ambiciosos. Partiendo de la base de  que hemos comprado un décimo, ¿cuál es la probabilidad de obtener algún  premio (aunque sea el reintegro)? Pues vamos a ver algunos datos sobre  los distintos premios que ofrece este sorteo.
La emisión de billetes del Sorteo de Navidad consta de 
195 series de 
85000 billetes. Cada uno de estos billetes consta de 
10 décimos, por lo que tenemos 
1950 décimos de cada uno de los números que entran en sorteo. Dado que se entregan 
13334 premios  entre el Gordo, el segundo, el tercero, los cuartos, los quintos, las  aproximaciones a algunos de ellos, las “pedreas” y los reintegros,  tenemos que en este sorteo habrá 
26001300 décimos premiados  (esto es, el producto de los 13334 premios por los 1950 décimos que  tiene cada número). Teniendo en cuenta que en total se venden 
85000 · 10 · 195=165750000 décimos, se tiene que la probabilidad de que nuestro décimo obtenga algún premio es la siguiente:
No es gran cosa (evidentemente), pero esto ya está mejor. Un 15% de posibilidades de “pillar” premio con nuestro décimo…
¿Cómo es este sorteo comparándolo con otros?
…¿cómo es de bueno ese tanto por ciento? Pues, comparándolo con otros  sorteos que se hacen en España la verdad es que no está mal. Por poner  un par de ejemplos, en la Quiniela hay 
14348907 combinaciones de resultados distintas, por lo que la probabilidad de acertar una de 15 aciertos con una apuesta simple es de:
Aunque bueno, como se pueden hacer apuestas múltiples y los  conocimientos de la competición (y todo lo que la rodea) también  influyen, en realidad la probabilidad podría ser más alta.
En la Lotería Primitiva tenemos un total de 
13983816 combinaciones distintas, por lo que la probabilidad de acertar una de 6 aciertos es:
También bastante más baja que la de la Lotería de Navidad, aunque algo más alta que la de la Quiniela.
Y posiblemente el Euromillón se lleve la palma, ya que entre los  cinco números a elegir entre el 1 y el 50 y las dos estrellas entre el 1  y el 9 tenemos la friolera de 
76275360 combinaciones distintas, por lo que la probabilidad de acertar el premio mayor es irrisoria:
Teniendo en cuenta todo esto creo que, aunque nunca hay que perder la  ilusión, es bastante irracional basar nuestro futuro económico en que  nos toque el Gordo, la Quiniela, la Primitiva o el Euromillón (lo que  dice la frase anterior es más que evidente, pero con todo y con eso  todavía hay gente que confunde ilusión con posibilidades 
reales y sigue pensando que en algún momento le tocará la lotería y podrá dejar de trabajar).
De todas formas, si comparamos la Lotería de Navidad con los otros  tres juegos de azar, la primera tiene una ventaja sobre los demás: 
a alguien tiene que tocarle.  Sería tremendamente extraño que no se vendiera ningún décimo de alguno  de los números que entran en sorteo, por lo que el día 22 de diciembre  justo antes del sorteo alguien (de hecho bastante gente) tendrá un  décimo correspondiente al Gordo de la Lotería de Navidad sin saberlo  todavía. En los otros tres cabe la posibilidad de que el premio mayor no  le toque a nadie, ya que hay tantas combinaciones posibles que en  principio no tienen por qué haberse jugado todas en todos los sorteos.  Pero de todas formas, si pensáramos 
con mente de matemático, posiblemente no jugaríamos a ninguno de ellos, ya que es prácticamente seguro que perderemos el dinero apostado.
¿Cómo medir qué esperamos ganar? La Esperanza Matemática
Pero en realidad jugamos, y mucha gente lo hace a todos (yo mismo  echo un Euromillón todas las semanas, Quiniela de vez en cuando y compro  Lotería de Navidad). Y, concretando en el Sorteo de Navidad, muchas  veces jugamos 
por si acaso, por llamarlo de alguna manera. Me  explico. ¿Por qué compramos lotería en nuestro lugar de trabajo? Porque  como toque y yo no lleve…a ver quién aguanta a los compañeros. ¿Por qué  compramos en el bar dónde tomamos habitualmente el aperitivo? Porque  como toque y no lleve…después de ir al bar a diario…me matan por tonto.  ¿Por qué, en general, compramos prácticamente siempre que alguien nos  ofrece? Porque como toque y no lleve…después de que me la ofrecieron…me  van a llamar de todo.
Bueno, en resumidas cuentas, 
todos compramos Lotería de Navidad. Partiendo de eso, ¿cuánto 
esperamos ganar?
En Teoría de Probabilidades hay una medida que nos puede decir lo que  podemos esperar ganar en este tipo de juegos. Y, como no podía ser de  otra forma, se denomina 
Esperanza Matemática (o simplemente 
Esperanza).  No me voy a meter a definir formalmente esta medida (igual en otro  artículo más adelante), pero voy a contar un poco qué significa en este  tipo de juegos. Para estos sorteos la esperanza se calcula de la  siguiente forma:
E={Premio}*{Probabilidad de acertar}-{Cantidad pagada}*{Probabilidad de no acertar}
Por ello en estas situaciones 
la esperanza puede decirnos cuál es la cantidad que esperamos ganar con nuestra apuesta,  teniendo en cuenta la probabilidad de acertar y la de no acertar, el  gasto que tenemos que hacer y el premio que conseguimos si acertamos.
Vamos a ver algunos ejemplos sencillos:
- Supongamos que tenemos que pagar 1 € para jugar al siguiente juego:  se tira una moneda al aire, si sale cara nos dan 5 € y si sale cruz no  nos dan nada. Tenemos entonces una probabilidad 0,5 de ganar y lo mismo  de perder. La esperanza de este juego es la siguiente: Esto es, por cada euro gastado se espera que ganemos 2 €. Está bien el juego entonces (es un juego favorable para el jugador).
- Supongamos ahora que tenemos que pagar 1 € por jugar al siguiente  juego: se lanza un dado al aire, si sale un 4 nos pagan 5 € y si sale  cualquier otro perdemos nuestro euro. Tenemos, por tanto, una  probabilidad  de ganar y una probabilidad de ganar y una probabilidad de perder. La esperanza en este caso es: Esto significa que no esperamos ni ganar ni perder nada (es lo que se denomina un juego justo). de perder. La esperanza en este caso es: Esto significa que no esperamos ni ganar ni perder nada (es lo que se denomina un juego justo).
- Veamos qué ocurre ahora con este juego, por el que también pagamos 1  € por jugar: se meten diez bolas en una urna numeradas del 1 al 10 y  sacamos una de las bolas. Si sale un 7 nos pagan 5 € y si sale cualquier  otro no recibimos nada y nos quedamos sin nuestro euro. Aquí tenemos  una probabilidad 0,1 de ganar y una probabilidad 0,9 de perder, por lo  que la esperanza es: Uhmmm…mal asunto, ya que cada vez que juguemos se espera que perdamos 0,4 € (esto es un juego desfavorable para el jugador).
Ya que más o menos hemos nos hemos debido quedar con la idea de  esperanza matemática, ¿qué esperáis que sea cualquiera de los sorteos  comentados anteriormente (en particular el Sorteo de Navidad)? Pues,  claramente, un 
juego desfavorable para el jugador (mal asunto para las arcas del Estado si la cosa no fuera así). Esto, como se ha visto en el último ejemplo, significa que 
lo que podemos esperar participando en este sorteo es que perdamos dinero. Por ello, como dijimos anteriormente, 
si pensamos con mente matemática no deberíamos jugar…aunque a la postre todos, matemáticos o no, terminaremos comprando Lotería de Navidad 
por si acaso.